sábado, 31 de octubre de 2009

La creatividad



Sobre el tema de la creatividad no es fácil ponerse de acuerdo. Para algunos, sólo Dios es creativo porque hace que la realidad, es decir, el mundo y nosotros, exista, sin material precedente, anterior, y sin otro punto de referencia que su imaginación, su inventiva, su fantasía, pues antes de Dios hay solo nada. Y de la nada no puede venir más que la nada. Después de Adán y de Eva, crear no es ya partir de la nada, sino inspirarse y disponer de un material pre-existente y tener puntos de referencia externos que, si bien son coloreados por la subjetividad del artista, están indicando que no se parte de cero.

Más allá de estas polémicas, hay que poner en resalto que existe el "golpe de genio", que la creatividad es siempre posible. Pero se requiere, para estar en línea con lo que decimos, romper con la cotidianidad, con los comportamientos pre-vistos, con las conductas matematizadas o estereotipadas. No es una cosa fácil y, para evitar falsas concepciones de esta genial capacidad que tienen todos los hombres pero que sólo pocos saben manifestarla, quiero poner aquí un buen ejemplo que es una especie de historieta que contaba Arthur Koestler

Veremos, con tal ejemplo, que ser creativos significa romper con "lo previsto" y dejar perplejos, abriendo el camino no solamente hacia otros nuevos "modos de ser", sino hacia tipologías que van más allá del "modo" porque no son ni serán catalogables o descrivibles con el lenguaje habitual. Rompen con el "modo" y con el "ser" y nos arrancan una sonrisa o una ironía, y el hombre ríe o ironiza cuando lo que anticipaba con la mente o lo que preveía, no solamente non se cumple, sino que escapa o revienta todo tipo de lógica.

El ejemplo es el siguiente - banal pero contundente. Un marqués, cuya casa está en el centro de París, entra a su habitación. Encuentra su mujer en la cama, teniendo un orgasmo con un hombre que a primera vista no reconoce. Se acerca a la cama con discreción y logra ver el rostro de la persona que está teniendo el coito con su mujer. La sorpresa del marqués es muy grande porque el hombre es el Obispo de París, persona muy allegada a su familia. El Obispo se para al pie de la cama, intenta ponerse la túnica y el sombrero mientras intenta una disculpa. El marqués, mirando la escena y sin decir palabras, va hacia una gran ventana y la abre. Se asoma al balcón y desde ahí, alzando su mano, comienza a bendecir la gente que pasaba por la calle. El Obispo, atónito se acerca al balcón y pregunta, con una voz que delataba su perplejidad: ¿Dígame Señor Marqués, qué está Ud. haciendo? Y el marqués, con tono suave y con elegancia responde: Vea Ud. Señor Obispo, como Ud. está haciendo mi trabajo, yo estoy haciendo el suyo.

Sonrisa, ironía, perplejidad. La creatividad consiste en romper con la monotonía, con los comportamientos previsibles, con las lógicas raquíticas del "siempre lo mismo", las lógicas de la repetición. En esta interrupción del camino banal, está la creatividad. Cosa que, sea dicho al pasar, los estúpidos u oncologizados conductores y "creadores" de los programas de televisión - me refiero antes que nada a la Argentina (o lo que queda de ella), justamente porque tienen cánceres en las neuronas no están en condiciones ni de poner en práctica ni mucho menos de entender.

Romper con la lógica banal y prevista. Este mecanismo tiene su paralelismo en el arte, en las ciencias, incluso en la gastronomía. En fin, en todos los ámbitos o dimensiones en los cuales el hombre vive o sobrevive (que no es lo mismo). Quienes rompen la lógica de la repetición son los "genios", los demás, como por ejemplo los políticos de Europa, de América Latina y sobre todo de América del Norte, son papagallos, loros falopeados o fotocopias oncológicas de sí mismos. Y si el porvenir era - como decían ellos mismos hace tiempo - "de los artístas", pues ese por-venir ha llegado y es nuestro presente. ¿Qué han aportado los así llamados "artistas"? Sólo decoraciones, cosméticos, y sobre todo, al igual que los políticos, han sido estériles porque repiten al infinito módulos ya existentes. La creatividad es del genio y una idea buena, decía Einstein, es una cosa rara, muy rara, en todo tiempo.


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