lunes, 17 de mayo de 2010

La importancia de la Ciencia

¿Qué es la ciencia? Brevemente respondo que es ante todo una forma de pensar.... la manera de cavilar científica es disciplinada y creativa a la vez, producir quizá hipótesis fantásticas sobre el funcionamiento del mundo, aparentemente descabelladas con la única condición de confrontarlas con la experiencia. Disiento profundamente de la opinión que sostiene que la ciencia es solo "una forma más de conocer el mundo" tan válida como cualquier otra... la ciencia es exitosa porque tiene un enorme poder predictivo y explicativo a la hora de dar cuenta de los fenómenos naturales, es una forma de saber que apunta a la universalidad y a la objetividad, objetivo quiere decir que es un conocimiento, cuya validez es independiente de los deseos, creencias, y los pareceres subjetivos de cada persona. Dicho de otra forma las aseveraciones cientificas, sobre el funcionamiento del mundo deben valer, más allá de la opinión de cada quién...

Toma como punto de partida el realismo científico que considera que la realidad existe independientemente de quien la estudia, y que la misma es cognoscible de un modo aproximado y que la ciencia es la mejor manera, aunque falible de acceder a ese conocimiento....

Pensadores como Feyerabend, Habermas, Kuhn y otros tantos llamados posmodernos afirman que la realidad es una construcción subjetiva, creemos que estan equivocados

Plutón fue descubierto en 1929, ¿existía antes de esa fecha o no?

Gnoseológicamente no...¡¡¡ pero ontológicamente claro que sí!!!

"Mi opinión es que el único fin de la ciencia es aliviar la miseria de la existencia humana, si los científicos se dejan atemorizar por los tiranos y se limitan a acumular conocimiento por el conocimiento mismo, la ciencia se convertirá en un inválido, y las nuevas máquinas solo servirán para producir nuevas calamidades; tal vez con el tiempo lleguen a descubrir todo lo que hay para descubrir, pero ese progreso los alejará más y más de la humanidad, y el abismo entre aquella y los cientificos puede ser tan grande que cada vez que griten de alegría, por el valor de algún nuevo descubrimiento el eco les devolverá un alarido de espanto universal"

Monólogo final de Galileo de Bertold Brecht

domingo, 16 de mayo de 2010

La WEB y la Memoria




En un mundo en el cual el imperio de Internet (la red) parece que ha transformado la Biblioteca en un pedazo de museo antigüo o troglodita, se impone una pregunta: ¿Qué futuro tiene la memoria? Es este uno de los temas más importantes de nuestro tiempo, rodeado o asediado por millones de informaciones de todo tipo, color e ideología que se multiplican infinitamente día por día.

La pregunta anterior es el título de un debate que ha tenido lugar, en estos días, en Italia, en la Fiesta del libro. A este debate participó el famoso semiólogo italiano Umberto Eco (autor del conocido libro "El nombre de la rosa").

"Sin memoria - dijo Eco - no se puede ir ni al paraíso ni al infierno. Si no somos capaces de articular lo que hemos visto hoy con lo que ha sucedido ayer, entonces afrontamos la realidad como la afronta un drogado", es decir, en modo idiotizado.

Esto significa que si no tienes memoria pierdes el alma y el pasado; pierdes el alma de la civilización y de la cultura. La función de la memoria non es sólo de recordar, de mantener vivo, sino, y sobre todo, de seleccionar. Y es en este punto en el cual el mundo del WEB, de Internet, muestra todos sus límites.

Se puede comparar el mundo del WEB al famoso personaje creado por el escritor J. L. Borges. Me refiero a "Funes el memorioso" que tenía una capacidad tal de recordar que terminó por ser un perfecto idiota. Me explico mejor- Con el exeso de información, Internet representa un tipo de cultura que non selecciona nada y que en un cierto sentido impide la comprensión, la hace engorrosa.

Además - y este es otro dato fundamental que no se puede minimizar - esta infinita cantidad de información corre el riesco de desaparecer. ¿Quién o qué garantiza que los actuales soportes informáticos tengan la misma capacidad de duración o permanencia que tiene el papel, es decir, el libro? Todos sabemos que las computadoras actuales no leen un "floppy disk" de unos cinco o diez años atrás. Y todos sabemos que si vamos a una biblioteca podemos consultar y estudiar libros que tienen más de mil años.

Y este tipo de comparación se refiere también a la conocida y siempre más consultada Wikipedia, es decir, la enciclopedia online que es controlada por la "base", o sea desde la comunidad, que, como bien sabemos, no es la "comunidad científica". Y si es verdad que existe un grupo o un comité que controla las voces, todos sabemos que no lo hace con todas. Lo cual es siempre un riesgo dado que las deformaciones, los errores o los "horrores" se trasmiten y terminan por ser "tradición".

La Memoria, realidad que permite saber de dónde venimos, porqué estamos y somos como somos, y que permite orientarse hacia el futuro, no como un drogado, es decir como un ser alienado de sus facultades, sino conscientes de las líneas que no queremos repetir, hoy corre el serio riesgo de fracturarse y hacernos desaparecer en un sueño informático que en la vida real no será otra cosa que una "pesadilla" de la cual será muy difícil despertarse.

martes, 4 de mayo de 2010

Los rostros



¿Quiénes somos? ¿Qué somos? ¿Una totalidad que aún no ha concluído su ciclo? ¿O, en cambio, un simple fragmento desdibujado, sin contornos definidos que permanecerá eternamente sin realizarse?

¿Somos máscaras que no tienen otro interés que ocultar el verdero rostro? ¿O, pensando más radicalmente, del rostro no queda ya nada y en su lugar nos identificamos con un antifaz de ocasión? Quizás todo no sea más que una ilusión creada por el antiguo dicho que los griegos habían estampado en la entrada del templo de Delfos, en Grecia: "conócete a ti mismo".

El "yo" es una quimera que la postmodernidad, como en modo estupendo ilustra el cuadro de R. Magritte, ha volatilizado sin dejar ni siquiera la huella de la nostalgia de un encuentro autentico con nosotros mismos.

Y, sin embargo, si no vuelve "el rostro", no quedará en ninguno de nosotros más que la identidad que la dictatura de la publicidad, sutilmente y día a día, nos atornilla en el mate sin piedad ni misericordia. No seremos otra cosa que "idiotas útiles".