miércoles, 16 de junio de 2010

Hombre-Máquina y virus


Mark Gasson es un joven investigador inglés. Trabaja para el centro de investigaciones delCybernetic Intelligence Research Group, en la universidad inglesa de Reading. Este joven científico, ha probado, implantandose un micro-chip en la piel, que un software maligno puede transferirse entre individuos y computadoras.

Gasson estudia, desde hace varios años, la relación entre los cerebros computarizados y el sistema nervioso. Fue uno de los primeros científicos a realizar un tipo de colegamento directo, capáz de poner en comunicación los nervios de un ratón con los circuitos de una computadora. El 25 de Mayo pasado, Gasson ha superado sí mismo pues se ha inyectado un virus ideado o pensado para las computadoras. Lo ha hecho implantándose un micro-chip bajo la piel. Se trata del primer caso en el mundo.

El resultado que ha conseguido Gasson hace caer la enésima barrera entre la inteligencia artificial (computadoras) y los seres humanos. No sólo en los films de fantaciencia es posible la fusión "hombre-máquina". En un futuro no lejano el "matrimonio" entre la inteligencia artificial y la humana será una realidad. Y sabemos que el "matrimonio" es una relación difícil que, en ciertos momentos, termina en tragedia o en desacuerdos irreparables y acciones moralmente degradantes, humillantes para ámbos conyuges.

El experimento de Gasson ha demostrado que cada chip que entra en contacto con el sistema infectado, se infecta también. El tema no es un chiste porque permite pensar la posibilidad que en el futuro los aparatos de uso común, como por ejemplo los "pacemakers" puedan ser objeto de ataques cibernéticos.

La importancia de este experimento está en haber descubierto la potencialidad que tienen los virus ideados para las computadoras, capaces de difundirse siguiendo caminos, estrategias y ritmos ignorados aún por la ciencia humana.

Lo que sucede, dicho en otras palabras, es que el hombre está hoy, gracias a la racionalidad cientifico-tecnológica, en grado de hacer todo lo que quiere, pero no está en grado de calcular o anticipar los riesgos o las catastrofes que sus acciones y productos pueden causar. La capacidad de hacer y producir supera ya , y en gran medida, la capacidad de preveer y de imaginar.

Lo curioso es que el chip que usó Gasson es el chip que se implanta en los animales para non perderlos de vista, el chip que localiza los animales. Gasson, lo preparó y lo implantó en su piel para abrir puertas electrónicas y encender su teléfono personal o celular. Después contaminó el chip con un virus pensado para las computadoras. El resultado fue que en poco tiempo Gasson contagió una gran cantidad de máquinas y sistemas electrónicos externos.

En su declaración a los medios de comunicación Gasson dijo que si bien los beneficios de los aparatos que hoy se pueden implantar en el organismo humano, los riesgos pueden ser todavía mayores. Parece que cuanto más un sistema es de punta (avanzado) más vulnerable es. Una linda paradoja. Puede suceder que, como dice el mismo Gasson, un pirata, un "hacker" logre, en el futuro, abusar de las debilidades de los sistemas para atacar los micro-chip que están implantados en los organismos humanos, es decir las prótesis que sustituyen o ayudan al buen funcionamiento de los órganos de los sentidos (ejemplo: aparatos para el oído, las retinas para la vista, etc.).

En fin, estimado lector, será posible morir no sólo de cirrosis o de tuberculosis, sino también de diarrea cibernética. Y a esto seguiremos llamando "progreso".

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