A) El título está en continuidad con las reflexiones que en nuestro Blog se refieren a la relación o vínculo entre la razón y el corazón. ¿Pienso, conclusión, soy? - como pretendía R. Descartes o, más bien hay que decir, ¿Amo, conclusión soy? No se trata, como quedó aclarado en el artículo mencionado, de exclusión de la razón, sino de asumirla e integrarla en una dimensión que la humaniza y le abre horizontes teóricos y existenciales nuevos. El asunto de fondo sería el primado de la Bondad, no contra o sin la Verdad, sino como la lógica profunda que la habita y la alimenta. Si hasta ahora el Occidente pensó a la luz de la verdad y el resultado ha sido y es un mundo fragmentado, depredado, empobrecido y siempre más narcisista, una pregunta se impone con urgencia: ¿Cambiaría el escenario si se pensase en el horizonte que abre la Bondad?
sábado, 26 de septiembre de 2009
El amor: ¿Órgano adecuado del conocimiento de lo real?
A) El título está en continuidad con las reflexiones que en nuestro Blog se refieren a la relación o vínculo entre la razón y el corazón. ¿Pienso, conclusión, soy? - como pretendía R. Descartes o, más bien hay que decir, ¿Amo, conclusión soy? No se trata, como quedó aclarado en el artículo mencionado, de exclusión de la razón, sino de asumirla e integrarla en una dimensión que la humaniza y le abre horizontes teóricos y existenciales nuevos. El asunto de fondo sería el primado de la Bondad, no contra o sin la Verdad, sino como la lógica profunda que la habita y la alimenta. Si hasta ahora el Occidente pensó a la luz de la verdad y el resultado ha sido y es un mundo fragmentado, depredado, empobrecido y siempre más narcisista, una pregunta se impone con urgencia: ¿Cambiaría el escenario si se pensase en el horizonte que abre la Bondad?
jueves, 24 de septiembre de 2009
Montezuma y el British Museum


miércoles, 23 de septiembre de 2009
La suegra y el método experimental
No obstante, lo justifica dada la juventud de esa práctica. Añade que "aún desde el más grave punto de vista científico, un caso individual puede ser suficiente para establecer un importante punto teórico".
Y sostiene que "hay otras maneras de demostrar que uno ha logrado el control experimental sobre un fenómeno dado: (…) Katsch (1955) ha demostrado en el tratamiento de un caso de asma, donde ocurrían agudos ataques regularmente cuando el paciente se iba a la cama con su esposa, que estos ataques cesaban inmediatamente y por completo cuando se retiraba de la pared un gran cuadro de la suegra; ella había jugado un importante papel en la producción del conflicto hipotéticamente subyacente en los ataques de asma. Es difícil ver cómo los grupos de control proporcionarían más y mejor evidencia de la exactitud de la hipótesis que la que hace el control experimental ejercido por Katsch en este caso".

Respuesta del jefe indiano Seatle al jefe blanco de Washington

martes, 22 de septiembre de 2009
¿El corazón de la razón está en las razones del corazón?

2) Crisis del sentido. En el nuevo escenario postmoderno del tercer milenio (Cf. el artículo del Blog con el título Postmodernidad y nihilismo), esta experiencia de ser naufragos en alta mar que de por sí parece caracterizar la existencia, se vive en modo todavía más angustiado y problemático. El hecho se debe no sólo a la ausencia de paradigmas antropológicos creíbles sino también al caos del conocimiento científico pues éste se ha astillado en mil fragmentos produciendo así una “crisis de sentido”. La multiplicidad de disciplinas y los distintos órdenes en los cuales el saber moderno se expresa, paradojalmente, en cambio de asegurar, obnubila, empaña o complica el tema del sentido. Vivimos en un espacio de saber siempre más complejo, constituido por mil fragmentos, o sea, una especie de archipielago hecho de islas innumerables las cuales no encuentran un lenguaje común para comunicarse y diseñar la figura de una totalidad significativa.
2.1) ¿Tiene sentido la pregunta por el sentido? Parece que los puntos de vista de carácter científico acerca de la vida y del mundo se han multiplicado de tal modo que, de hecho, estamos en presencia del fenómeno de la fragmentación del saber. Y este hecho hace difícil y frecuentemente vano el tentativo de la búsqueda de sentido. Parece que en esta montaña de datos y de hechos entre los cuales vivimos y que son la trama misma de la existencia, no pocas personas se preguntan si tenga todavía sentido hacer la pregunta por el sentido. La pluralidad de las teorías que se disputan la respuesta, o los diversos modos de ver e interpretar el mundo y la vida del hombre, no hacen otra cosa que agudizar esta duda radical, la cual fácilmente desemboca en el escepticismo o en la indiferencia o en las diversas expresiones del nihilismo. La consecuencia de todo esto es que el hombre común, disperso entre tantos saberes, temiendo ser objeto de manipulación por los brujos de turno, se cierra más en sí mismo y, como Narciso, termina mirando sólo su propia imagen. Gana espacio una libertad anárquica, el culto de las emociones fuertes y la dictadura de los deseos sin límites y sin frenos.
3) Interrogantes de fondo.
B) La experiencia individual e histórica no permite descalificar tales lecturas. Innumerables son ya los holocaustos y los genocidios perpetrados por el hombre. Pero, ¿no es verdad que también se puede decir - y sin por esto caer en sentimenalismos acalambrados - que el hombre es “animal amans”, es decir, un animal que ama, animal amante? ¿No autoriza a hacer tal afirmación la presencia entre nosotros de grandes hombres como, por ejemplo, un M. Luter King, un Gandi, o un san Francisco de Asís? ¿El hombre es un "ser para sí mismo”, una ostra cerrada, hermética impermeable a la voz de los otros? ¿O el hombre es también, y sobre todo, un “ser para los otros”?
4) La seriedad de las preguntas. Las interrogaciones precedentes están alimentados por una preocupación de fondo: ¿el hombre es un ser que debe considerarse puramente racional o, sobre todo, además de las “razones de la razón” hay que consider en él las “razones del corazón”? Dicho en términos más breves y radicales: ¿Pienso, por lo tanto, soy? (Descartes) o, más bien, ¿Amo, por lo tanto, soy? - como sostiene el personalismo dialógico, buena parte del existencialismo y también de la psicología y de la pedagogía actual -. La radicalidad de las preguntas requiere un ejercicio de pensamiento amplio, no unilateral o reduccionista porque está en juego el rostro humano auténtico, de cada “yo”. La seriedad de las preguntas, tanto en el plano teórico quanto ético, pone en cuestión las máscaras con las cuales ocultamos y deformamos el yo que, agónica y amorosamente, estamos llamados a edificar, a ser. Y, entiéndase bien, no se trata de la pregunta general acerca de “quién es el hombre”. Se trata, más bien, de la pregunta: ¿quién soy yo? Y, sobre todo, de la siguiente: ¿No resuena en el corazón del hombre una voz que le dice, no obstante tantas caídas y traiciones, que sólo llega a ser sí mismo en la medida en la cual es “para los otros”? Para decirlo con la famosa expresión del rabino Hillel: “¿Si no respondo de mí, puedo decir auténticamente ‘yo’? Pero si únicamente respondo de mì, puedo seguir siendo yo?”.
5) ¿Cogito ergo sum? O, más bien, ¿Amo ergo sum? “Pienso y, por lo tanto, soy” es la nota intuición de R. Descartes (1596†1650). Desde aquí se ha generado una antropología caracterizada por la razón despótica, faraónica, que nos ha llevado a endiosar el Yo-pienso y sus intereses y a considerar el Otro y lo otro como una simple herramienta o un medio para nuestras conquistas o satisfacciones. En nuestra cultura postmoderna, en la cual, repitiendo la lógica autoreferencial de Narciso, cada uno de nosotros tiende a encurvarse sobre sí mismo alejándose de los otros en una especie de alergia sociológica, es urgente encontrar no sólo el sentido último de la vida, sino, y sobre todo, el sentido de la vida cotidiana. La fragmentación en la cual vivimos y el narcisismo siempre más acentuado así lo exigen, si no queremos sucumbir y ser víctimas de nuestras propias manos. El secreto está, quizás, no tanto en poner al centro el pensamiento (ratio, cogito) como hasta ahora ha hecho el hombre occidental, sino en poner, come eje vector el afecto o amor.
6) ¿Animal racional o animal amante? Quizás el hombre no es tal porque es “animal racional” - como lo definían los griegos y sostuvo siempre el positivismo reduccionista. Visión que, no por ser equivocada, sino por ser demasiado unilateral ha mortificando dimensiones esenciales de la existencia, como, por ejemplo, la ternura, las emociones, los sentimientos, en fin el Pathos. Quizás el hombre es tal porque “ama y dona”, y porque ama y dona - he ahí el secreto - razona y piensa. Esta posición (sostenida hoy por buena parte de la filosofía fenomenológica) que invierte la lógica tradicional, significa que no es el conocimiento sino el amor la fuente o el espacio de la inteligibilidad. No es el conocimiento el fundamento del amor, sino que el amor es el fundamento del conocimiento. Este último sería un rayo del amor, un momento del amor y no su fundamento. El filósofo francés J. L. Marion, el padre de la fenomenología de la donación, oponiendose a Descartes, sostiene que no es el Cogito el eje portante del rostro humano, sino el Amor (Cf. Le phénomène érotique, Paris, Éditions Grasset & Fasquelle, 2003). En efecto, el verdadero rostro humano no se alimenta sólo del “amor a la sabiduría” sino de la “sabiduría del amor”. Tal sabiduría no niega ni cancela el cogito o ratio sino que lo asume, lo humaniza y lo orienta hacia un horizonte más grande, es decir, menos logocéntrico y más heterocéntrico. Se trata del horizonte del dono.
6.1) Más que un sentimiento. El amor no es un simple sentimiento o una emoción pasajera o intensa. Esta última es enamoramiento pero no necesariamente da el paso hacia el amor que es, dicho brevemente, comprometerse radicalmente en órden a hacer que el otro sea plenamente sí mismo. Ya E. Fromm, el psicoanalista alemán, sostenía que el amor es la voluntad de promoción del otro, es afirmar al otro en su diferencia. Por lo tanto el amor es mucho más que una pasión o un afecto. Es, además - y este aspecto interesa acentuar ahora - mucho más que conocimiento. Es, más bien, lo que hace posible el conocimiento. Sólo quien ama conoce, recoje y protege la diferencia. Quien no ama no busca y si recoje no es para proteger ni promover, sino para mercantilizar, acaparar y depredar, como la racionalidad científico-tecnológica ha hecho en estos dos últimos siglos, llevándonos sin solución de continuidad hacia escenarios apocalípticos y hoy día muy pero muy cerca del eco-cidio (muerte de la madre tierra).
7) Conclusión Desde la época de R. Descartes y G. Galilei (1564†1642) hasta poco tiempo atrás, los afectos eran considerados secundarios en el mundo de la filosofía respecto al pensamiento teórico. Éste basa sus análisis en las representaciones y abstracciones. Se comienza a hablar de odio, amor y de los diversos afectos sólo sobre la base de un ego (=yo) , ya constituido. El amor, en otros términos, es visto como una pasión del ánimo y no como un constitutivo o constituyente originario del ego. En cambio, gracias sobre todo a la fenomenlogía del dono (sin tener en cuenta ahora todo el aporte de la psicología y de la pedagogía) tenemos que aprender que el amor y el odio preceden el ego y llegan o se presentan en órden a su misma constitución. Desde esta perspectiva la pregunta fondamental que pusimos precedentemente se resuelve abriéndose a un horizonte mayor, má rico y más prometedor. Ahora, sin sentimentalismos, se puede hablar de una razón amante y de un corazón pensante. Para decirlo en términos pascalianos: las razones de la razón están en el corazón sin que por esto la razón sea humillada. Al contrario, supera una perspectiva logocéntrica que no sólo empobrece la razón sino que mortifica aspectos esenciales de la existencia. No es otra cosa lo que quiere decir el famoso aforisma de Pascal: "no es fuerte sino más bien débil la razón que no reconoce que hay razones que la sobrepasan". En definitiva, no ya la razón sin o contra el corazón ni tampoco éste contra o sin aquélla. Sino, más bien, el corazón en la razón. O, mejor, la Bondad (corazón) en la Verdad (razón) como su alma secreta.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Las Islas Malvinas son argentinas
Los irlandeses conocen de colonialismo. Desde el siglo XII tuvieron la molesta presencia inglesa en su territorio que no finalizó hasta 1922, cuando las tropas de Gran Bretaña se retiraron de la isla, consiguiendo así Irlanda la autonomía y formando parte de la comunidad británica de naciones. En 1949 alcanzaron la independencia plena, excepto la parte norte, que bajo el nombre de Ulster quedó en poder del Reino Unido.
domingo, 20 de septiembre de 2009
Sobre la democracia y el relativismo. En línea con K. R. Popper
Frente a semejante realidad y desafío hay quien afirma que todos los sistemas éticos son iguales, idénticos. En el fondo está diciendo que ningún valor vale verdaderamente. Es ese relativismo que hoy en día está bajo acusación y es objeto de rechazo. Tal visión no sólo sufre de una miopía ética sino que, sobre todo, demuestra no tener en consideración (por ignorancia tal vez) la importancia fundamental - y decisiva - que en este discurso tiene el tema de la reflexión acerca de la capacidad (o incapacidad) epistemológica/metafísica de la razón para fundar principios supremos.
Hay que subrayar que la crítica a la concepción relativista entendida como la presencia en nuestro espacio socio-cultural de sistemas éticos diferentes o como un “dejarse llevar desde aquí para allá por cualquier tipo de doctrina” - como ha dicho poco antes de ser elegido papa el cardenal J. Ratzinger - no aferra en profundidad el desafío y la oportunidad que ofrece el pluralismo. ¿Por qué? Pues porqué la primera realidad que emerge del pluralismo de las concepciones éticas nos dice que ésas no son todas iguales, sino, más bien, muy pero muy diversas. Pongamos un ejemplo. “Ama al prójimo como a tí mismo”. Esta máxima es muy diversa de aquella que ordena vivir bajo la ley del “ojo por ojo y diente por diente”.
2) ¿Hay un criterio de fundación? Establecido que las concepciones éticas son diversas, se impone una pregunta que abre un horizonte de reflexión: ¿Tenemos un criterio racional válido para todos, general, global, que nos permita decidir qué ética es la mejor en cuanto está racionalmente fundada? Una interrogación de este tipo, núcleo fundamental de toda teoría ética, no puede recibir una respuesta positiva si es verdadera la famosa “ley” del filósofo David Hume (1711†1776), representante cualificado del empirismo inglés. Él sostenía que las descripciones que hacemos de los hechos empíricos, es decir, de lo que constatamos, no permiten hacer o derivar prescripciones. Esto significa que de la descripción de lo que “es”, no podemos hacer derivar ningún “deber ser”. Dicho en otro modo, y banalmente: que yo constate en un tren que todos los asientos están ocupados (constatación empírica) no quiere decir que si sube una persona anciana alguien “deba” (imperativo) cederle el lugar. Todos los moralistas, en modo apresurado, decía Hume, pasan de la constatación de los hechos (ser) a un “deber ser” que no se justifica con la lógica seguida precedentemente. Para el “deber ser” o enunciado prescriptivo se requiere otra lógica pues proposiciones descriptivas (observaciones de hechos) no autorizan a deducir lógicamente proposiciones imperativas (Cf. D. Hume, A Treatise of Human Nature, London, 1740, Libro III, Parte I, 1). La consecuencia que acarrea tal ley se expresa diciendo que los valores de fondo de un sistema ético, los principios fundamentales (de ideales de vida) resultan fundados, en último análisis, en nuestra opciones de fondo, en las elecciones u opciones de conciencia de cada persona y no en sus argumentaciones de naturaleza racional.
3) Libertad de conciencia. Es verdad que existen opciones hechas con los ojos cerrados y opciones hechas con los ojos abiertos. Estas últimas son aquellas opciones que se hacen poniendo una continua atención a las consecuencias que se siguen de los principios que se han aceptado como norma de la conducta. La aceptación de esas consecuencias es también objeto de opción. Esto significa que la “ley de Hume” es la base o el pilar de la libertad de conciencia. Lo que el discurso quiere aclarar es que los principios básicos de una ética no son objeto de análisis y fundamentación racional sino que son - aunque se escandalicen los racionalistas radicales - una opción. Lo que sí puede ser argumentado racionalmente es el sistema que se monta o edifica sobre tales principios. Puedo mostrar las consecuencias que de tales o cuales principios derivan tanto para el bien cuanto para el mal de una comunidad. Pero los principios básicos escapan al ejercicio de la razón dogmática o metafísica.
4) ¿Dónde se fundamentan las opciones últimas? La ciencia da - cuando puede - explicaciones de órden empírico (verificables o falsificables) pero no puede dar o poner imperativos éticos, es decir reglas. La lógica que utiliza (matematización de lo observado) lo impide. Por lo tanto no existen esplicaciones científicas de tipo ético. En otras palabras, exprimiendo toda la ciencia no puede extraerse ni siquiera un gramo de moral. La ciencia des-crive y la ética pres-crive. Todo el saber científico en nuestro poder no produce valores. Pero atención! Tampoco puede desmentirlos. Esto quiere decir que la opción de los valores supremos - es decir aquellos valores por los cuales se puede vivir o morir - encuentra su fundamento no en la ciencia, sino en la conciencia de cada hombre y de cada mujer. Esta perspectiva nos libera del fanatismo y de los dogmáticos, tanto de derecha como de inzquierda y nos deja abierta la posibilidad de elección. Libertad desnuda, llamada a tomar una decisión y no a ser esclavizada por normas objetivas que se imponen en modo dictatorial. Libertad y, por lo tanto, responsabilidad, en el bien como en el mal.

No debemos olvidar que el primero y fundamental bien común son las reglas de la convivencia. La sociedad abierta como la presenta K. Popper, está hecha, en efecto, de aquellas reglas o normas que permiten la convivencia del mayor numero posible de ideas y de ideales diversos y, por lo tanto, no siempre en sintonía. Es decir, contrastantes entre ellos. En esta sociedad abierta es intolerante aquel que presume arrogantemente saber en qué cosa consiste el verdadero bien; es intolerante aquel que cree que tiene en el bolsillo el bien absoluto y, por lo tanto, es un iluminado que ostenta el derecho a imponerlo - con látigo o con la pistola - a otros. O en caso de negarse a aceptarlo, expulsarlo del sistema o simplemente eliminarlo. Este es el terrorismo de derecha y de izquierda. Enanos intelectuales que han ensangrentado el mundo con el dogmatismo de la razón. Ambos estaban (o están) convencidos que tienen en su poder la verdad además de pretender que quien no los escucha tiene la razón deformada o busca mezquinos intereses.
6) Hombres falibles. En la óptica de nuestras reflexiones no está equivocado el gran epistemologo del siglo pasado K. Popper. También H. Kelsen afirmaba que la causa de la democracia se ve empañada o entra en crisis si se parte de la idea que es posible el conocimiento de la verdad absoluta, la comprensión de valores absolutos. En cambio, aquel que cree que el conocimiento humano es tal y no divino, y, por lo tanto está convencido que no es posible alcanzar la verdad absoluta y los valores absolutos, está abierto a la perspectiva de los otros. No considera sólo su opinión, sino también la opinión de los otros. Por eso el relativismo es aquella concepción del mundo que la verdadera democracia (y no la tiranía de la mayoría) supone o tiene como base fundamental.
Según lo dicho, otra pregunta se impone para ayudar a pensar la relación o el vínculo que hay entre la democracia y el pluralismo presente representado por los diversos sistemas éticos. ¿Es posible aceptar el pluralismo sin aceptar aquella forma de relativismo entendida como la “no fundamentabilidad racional” de los diversos sistemas éticos? Frente a tal posisión o tesis se alzan los pelos y se eriza la piel de una gran mayoría de anti-relativistas, convencidos de tener la verdad en el bolsillo, además bendecida por la ley natural que, en el fondo. hace referencia a Dios, según ellos.
Quien cree en la razón debe comenzar por creer en la razón de los otros. De lo contrario, su democraticidad no es más que la máscara del déspota y del terrorista, sea de derecha o de izquierda. Si la razón es humana y no puede ponerse en el punto de vista del Absoluto o del divino (como creen tantos catolicones y tantos racionalistas fanáticos) entonces hay que tomar conciencia de la idea de imparcialidad, de tolerancia y de rechazo de toda pretensión totalitaria. “El amor por la tolerancia - decía Popper - es la necesaria consecuencia de la convicción de no ser hombres infalibles”. Lo que no quiere decir, obviamente, ser tolerantes con los intolerantes. Pero esto es ya otra cuestión que requiere otra lógica relacional y que, además, sólo se puede encontrar en la discusión democrática.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Expansionismo norteamericano

Apenas lograda su independencia EE.UU. se lanza al incremento incesante de su patrimonio territorial, pasando de unos 800.000 km2 en 1776 a unos 9.700.000 km2 en 1902.
En su avance hacia el Oeste, exterminó a las naciones pieles rojas que allí habitaban (genocidio indígena), compró la Luisiana a Francia (1803), terminó con las aspiraciones independentistas de la colonia española de La Florida (1819), arrebató a México por la fuerza de las armas los dos tercios de su territorio, entre ellos California y Texas (1848), compró Alaska a Rusia (1867), con intrigas se apoderó del reino de Hawaii (1898), también por la fuerza de las armas, en guerra contra España se apoderó de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam (1898), arrebató Panamá a Colombia (1903) y compró las Islas Vírgenes a Dinamarca (1917) y ocupó las Islas Ryu Kyu (1945).
Algunas de estas regiones, por diferentes razones, se convirtieron después en naciones independientes como Cuba, Panamá y Filipinas. Las Islas Ryu Kyu fueron devueltas al Japón.

En el caso particular de Latinoamérica, creemos que no existe nación que no haya sido víctima de la agresión militar estadounidense directa o indirectamente. Fue así como desde el comienzo de nuestra vida independiente empezamos a escuchar las advertencias: "Estados Unidos parece destinado por la providencia a plagar a la América de miserias en nombre de la libertad" dijo el general venezolano Simón Bolívar. "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos", fue la expresión de un pensador mexicano.
El héroe cubano José Martí dijo, entre otras cosas:
-"Los pueblos de América son más libres y prósperos a medida que más se apartan de Estados Unidos".
-"Estados Unidos, pletóricos y desdeñosos; pueblo rapaz de raíz creado en la esperanza y certidumbre de la posesión del Continente".
-"Estados Unidos, único enemigo de nuestro pueblo".

Síntesis histórica
-1776: Las 13 colonias inglesas en América del Norte proclaman su independencia.
-1776/1790: Mediante el genocidio de las naciones pieles rojas, en su avance hacia el Oeste alcanzan el límite de la colonia francesa de Luisiana.
-1803: Compra de Luisiana a Francia.
-1819: Compra de Florida a España (la colonia quería ser independiente)
-1839: Compra a Rusia de Fort Ross, en California.
-1845: Incorporación de Texas.
-1846: Por tratado con Gran Bretaña adquiere el territorio de Oregon (actuales Oregon, Washington e Idaho).
-1848: Guerra de conquista contra México, por la fuerza de las armas le arrebatan aproximadamente la mitad de su territorio.
-1853: Compra de Gadsden a México (territorio al sur del río Gila).
-1867: Compra de Alaska a Rusia.
-1898: Incorporación de Hawaii por presión económica y política.
-1898: Guerra contra España, por la fuerza de las armas le arrebatan a Cuba ( (hasta la proclamación de su independencia el 20-5-1902), Puerto Rico, Filipinas (independiente desde 4-7-46) y Guam.
-1899: Anexión de Samoa Oriental.
-1903: Anexión de la zona del Canal de Panamá y de la Bahía de Guantánamo en Cuba.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Diario de un desgraciado
Vengo de una famila estúpida: en la II Guerra mi abuelo luchó con los nazis. Mi padre era imbécil. Trabajaba en un Banco y lo atraparon robando bolígrafos.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre: "Hicimos lo que pudimos...pero salió". Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Mi padre llevaba en la cartera la foto del niño que ya venía en la cartera. Pronto me di cuenta de que mis padres me odiaban: mis juguetes para la bañera eran una tostadora y una radio.
Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron a mi padre un trozo de mi dedo. Mi padre dijo que quería más pruebas.
Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que ibamos a encontrar a mis padres. Me contestó: "No lo se niño... Hay demasiados sitios donde se pueden esconder". Me encontré a las autoridades sanitarias. Me ofrecieron un cigarrillo.
Un día me llamó una chica a casa diciéndome: "Vení a mi casa, no hay nadie". Cuando llegué a su casa no había nadie.
El último deseo de mi padre moribundo fue que me sentara en su regazo: estaba en la silla eléctrica.

Fuente: W.W.W.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Ampliando Horizontes

Nocazzo Huang:
A: bue, en realidad me refería, por ejemplo, su apellido... ¿es un apellido compuesto?
N: ¿cómo se dio cuenta? ¡Usted es brillante! Es un apellido italo-chino, de esos tantos que andan por ahí.
Mi abuelo era de Trieste o de Treveris o de Tres de Febrero, no me acuerdo bien y mamá creo que era de China o de Taiwan o de las trenzas de mi china.
A: lo que me dice me suena confuso e inverosímil.
N: bueno m´hijo, los genios somos así. Tu ku lo ta tu tio.
A: qué, qué dice?
N: perdone, a veces las voces de los ancestros interrumpen el presente.
A: caso raro…
N: si es una afección poco conocida llamada cortocircuito lingüístico generacional.
A: según me han comunicado usted ha hecho numerosos estudios y ha dado conferencias gratuitas en diversos centros.
N: si, en efectivo.
A: perdone acá dice gratuito.
N: si, porque el conocimiento es patrimonio de toda la humanidad siempre y cuando tengan acciones en la compañía general de conocimientos (CGC)
A: ah, ¿porqué no vamos al tema que íbamos a tocar?
N: en efectivo es muy gratuito estar aquí con usted porque la ciencia no se detiene por más que digan por ahí… aunque no por mucho madrugar se amanece con los ojo así.
A veces no es tan importante lo que sabemos sin lo que nos preguntamos. Por ejemplo para darle base a nuestros razonamientos e investigaciones la pregunta que yo lanzo es: es realmente Chumlop el amigo de los niños? ¿La agarra?
A: no, no la cazo.
N: fíjese m’hijo, concéntrese como quizá nunca lo haya hecho ni lo volverá a hacer, ¿es real, pero realmente Chumlop el amigo de los niños?
A: no veo a donde quiere llegar o peor a donde nos lleva a nosotros.
N: no, si yo este año no voy a vacacionar a ningún lado. A ver mi amigo si nos entendemos un poco, porqué si no entendemos la pregunta fundamental, ¿cómo vamos a construir la teoría?
A: si, eso es lo que yo querría saber.
N: claro, pero tampoco es cuestión de pasar por alto la base, si no tenemos la base la altura ya se nos complica.
A: ah, ¿sabe?, cada vez entiendo menos…
N: no, así no, si nos apresuramos y queremos todo de golpe vamos a malograr el luminoso derrotero que hemos comenzado a construir. Siglos tardó la ciencia en aplicar el conocimiento puro.
A: pero nosotros tenemos escasos minutos y yo no entiendo.
N: no se apresure porqué así se malogrará nuestra empresa y no podremos seguir el derrotero que los prohombres y promujeres del pasado nos marcan pasando por el presente y girando un cacho al futuro. ¿No es cierto?
A: pero ¿qué derrotero? Esto es un embrollo.
N: no nos limitemos que de los grandes embrollos de la historia han salido los cosos.
A pa che no te ne ka ma. Entonces ¿es realmente Chumlop el amigo de los niños? A veces el Chumlop ha tomado una actitud cínica y de soslayo que le quita rectitud a la cuestión pero como del árbol caído todos hacen pito catalán tampoco es cuestión de involucrar al ente sin prueba contundente. ¿Me estás escuchando Chumlop?
A: pero …¿Quién corno es Chumlop?
N: no, no, así no. Si usted me interrumpe a cada rato diciendo cualquier cosa, no nos vamos a entender, la gente no va a entender y no vamos a llegar a nada comprensible y/o productivo. Por la salud mental de la humanidad hay que seguir indagando ¿no es cierto? ¿Me estás escuchando Chumlop?
A: sería conveniente estimado profesor, que para que lleguemos a algo usted pudiera aclarar cuál es el objetivo de la pregunta o adonde apunta?
N: sobre la conveniencia usted ya conoce el viejo adagio: “no hay peor conveniente que el no quiere oirme”.
A: sordo…
N: no, agresiones no, pero estoy en guardia porque ya es común en la historia del conocimiento ese desdén de reojo por el avance del género humano.
A: calcule profesor que a mí no me sobra el tiempo, y calcule que muchos de los que van a leer esto no están habituados a un lenguaje tan elevado…ja…ja…ja.
N: si, calculo. Tiempo faltante por lector que no entiende me da el resultado. Lector que no me lee por otro que es tan tonto como usted y no me lee y aún así se mofa de mí y de la Ciencia me da en el forro de las…
A: bueno, bueno, vamos cortando porque el tiempo es tirano y antes de que alguno de los lectores acaben con su vida o con la suya… mejor terminamos… y la verdad, para serle sincero, no entendí nada…
N: está bien, hasta pronto y yo digo que tampoco. Pero antes una cosita para que la vayan pensando: ¿es realmente Chumlop el amiguito de los niñitos o es una terrible bestia hija de….
(La entrevista finaliza de una forma que yo no la esperaba. Lo que sucedió después no es publicable).