viernes, 30 de abril de 2010

Chaplin y el hoy


La tecnología no sólo trasforma el mundo que nos circunda, el mundo ambiente, transforma también al hombre mismo, la percepción del propio yo, de su poder, y, por lo tanto, transforma la axiología correspondiente, es decir, el mundo de los valores que regula, orienta y da sentido a la vida.

Y bien, según los nuevos valores que la tecnología desde hace dos siglos, más o menos, impone (operatividad, eficacia, manipulación desenfrenada y sin límites de los recursos naturales en función de fabricar para comprar y consumir, dando origen a un eterno retorno de la idéntica lógica) la vida tiene sentido en función de lo que hacemos (fabricamos) y no en función de lo que somos.

Al inicio del siglo pasado, tal lógica necrófica - que confunde el tener con el ser y el "hacer" con "cultura" - ha sido denunciada y expresada magistralmente por uno de los artistas más geniales que hasta ahora ha existido. Me refiero, como todos saben, a Charles Chaplin. El film que denuncia la perplejidad y el desconcierto del hombre frente a sí mismo, a la máquina y al nuevo sentido de la existencia, lleva por titulo: Tiempos modernos.

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